lunes, 9 de enero de 2012

Casi siempre...


Que coges un tren sólo de ida porque no tienes intención de regresar, alguien te recuerda que tienes opción de volver. Y es demasiado tentadora... Volver a sentir el suelo temblar bajo tus pies, recorriendo cada rincón de tu cuerpo. Volver a equivocarte de estación, y subir corriendo otra vez sofocada y asustada. Y seguir viajando y viajando hasta llegar donde se supone que debes llegar. Quedarte un poco allí, porque si quieres irte pedirás otro billete. Para otra aventura que te traiga la adrenalina que tu vida necesita.
Enamorarse se parece mucho a viajar. Puedes perderte, encontrarte, pasar por mil y un situaciones diferentes... Pero sólo unas pocas se quedarán en tus recuerdos para siempre. Y cada día puede haber cosas que te traigan esos recuerdos a la mente, y que hagan que sueñes con repetirlos o no.

No hay comentarios: