miércoles, 28 de octubre de 2015

Morderte la boca

Cuando aparezcas por aquí
pienso morderte la boca.
Puedes reírte de mí,
puedes llamarme loca,
pero estar cerca de ti
es la peor de las drogas,
y me hace sonreír
cada día y cada hora.

domingo, 25 de octubre de 2015

(Des)Apalabrados

Te has llevado las palabras a besos de mi cabeza.
Ya no sé qué día es hoy, ni lo que escribo, ni por qué demonios lo hago. Sólo sé que se me escapan, como golondrinas, todos los versos que quiero recitarte. Las metáforas sobre tus ojos se han quedado columpiándose en tus pestañas, y no quieren volver conmigo.
Sólo sé que cada vez que un dedo tuyo roza mi columna vertebral de arriba a abajo es como cuando las máquinas de escribir se mueven y cambian de línea. DING. Y otra caricia (des)escrita se marcha de mi cabeza, sin describir. DING.
Y es que para alguien que escribe, que antes siempre tenía las palabras adecuadas para decir algo, quedarse sin palabras es el peor de los castigos. Pero ahora mismo me da igual: que me cuelguen del palo más alto, que me apedreen, que las musas se vayan lejos y me dejen. Que corran.
Pero que me dejen sin ti, ahora mismo, sería peor que nada en este mundo. La peor tragedia sobre la que escribir.

Y como tú te llevaste (y llevarías) mis palabras contigo, no podría ni hacerlo. Y entonces, seguramente, me perdería.