lunes, 27 de junio de 2011

Movimiento Rectilíneo Uniformemente Enamorado

Aquel día te sentí
Infinitamente cerca
La función de nuestro amor no tenía límites
Éramos dos corazones
Latiendo a velocidad constante
Pero un vector de posición
Cual flecha de Cupido mal clavada
Te hizo desplazarte
Con un Movimiento Rectilíneo Uniforme
Hacia los brazos de otra
En la otra punta de la gráfica

miércoles, 22 de junio de 2011

Morfeo (Fecit 2009)


Sara tenía miedo a los monstruos desde muy pequeña. Y, aunque tuviese 16 años, seguía aterrorizada cada noche cuando apagaba la luz. Era un miedo irracional, infantil y absolutamente estúpido, pero no podía hacer nada contra ello. Sólo abrazar a su peluche la reconfortaba. No recordaba quién le había regalado a “Mister Bigotitos”, pero abrazarlo le proporcionaba una sensación de paz y seguridad siempre que tenía miedo.
Por eso, aquella noche, cuando oyó crujir la puerta y un susurro invadió su habitación, estrechó con fuerza al gato de peluche y murmuró: “Seas lo que seas, desaparece, desaparece, desaparece”
Junto a ella, oyó un sonido de campanillas y sintió como si, de repente, Mister Bigotitos desprendiese calor. Cada vez percibía más cerca aquella sombra susurrante, como si intentase atacarla. Entonces, junto a ella, una figura que antes no estaba carraspeó y dijo:
-Si me abrazas tan fuerte, no podré protegerte de eso.
Sara miró a su lado y, donde debía estar su peluche, había un chico. Le soltó de repente y él se levantó de un salto. Ella miró aturdida, sin terminar de entender qué demonios hacía ese chico allí, como el se dirigía hacia otra persona que estaba junto a su cama. La otra figura llevaba una túnica negra y alzaba una especie de daga curva, que apuntaba directamente hacia Sara. Entonces el chico sacó una espada larga de una funda que llevaba a la espalda y acuchilló al encapuchado, que se desvaneció con un silbido.
El chico se dio la vuelta y dirigió una sonrisa triunfal a Sara.
-Trabajo resuelto, jefa –dijo él.
Entonces ella pegó un grito escandaloso, que despertó a toda su casa. El chaval se asustó e intentó calmarla. Entonces, el padre de Sara entró en la habitación y encendió la luz.
-¿Qué te pasa, cielo? ¿Otra pesadilla?-le preguntó, notablemente asustado.
-¡PAPÁ, MIRA! En mi habitación se ha colado un perver…-dijo, señalando al lugar donde estaba el chico. Entonces, ella enmudeció. En el lugar donde él debería estar, estaba Mister Bigotitos.
-No se ha colado nadie en tu habitación, era una pesadilla-dijo su padre, apagando la luz-Intenta dormir, cariño.
-Pe…pero… si estaba aquí
-Buenas noches, cielo-dijo su padre, ya desde el pasillo.
Entonces, volvió a oír las campanitas y sintió como algo se apoyaba ligeramente en su colchón.
-No hacia falta que te pusieras así-le dijo el chico, que había vuelto a aparecer de entre las sombras- Eres un poco histérica.
Ella hizo ademán de gritar, pero él fue más rápido y tapó la boca de Sara con la mano.
-Te lo explicaré todo si no gritas, ¿OK jefa?-le dijo.
Sara se tranquilizó un poco y encendió la luz. El chico era alto y moreno. Tenía el pelo largo recogido en una coleta y sus rasgados ojos azules transmitían una sensación agradable. Llevaba una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros, de los que asomaba una cola negra de gato. En cuanto se fijó en la cola, Sara se dio cuenta de que también tenía unas orejas del mismo color que asomaban de su cabello oscuro. A su espalda, estaba la funda con la espada que le había visto usar. Era un chico guapo, y no tenía aspecto de ser un psicópata.
-¿Quién eres?-dijo ella, confusa.
-Para empezar, no soy un pervertido, como le ibas a decir a tu padre –repuso él, con una sonrisa traviesa (haciendo que Sara se sonrojase)-. Podríamos decir que soy tu ángel de la guarda o PEANUT. Aunque tu me conoces como “Mister Bigotitos”.
-¿Cacahuete?-dijo ella, aún más confusa.
-Protector Escudo de Almas contra Nocturnos, Umbras y Terrorosos-añadió el-. Me llamo Morfeo y llevo protegiendo a tu familia durante varios siglos, aunque es la primera vez que me muestro ante alguien. Esta noche te he defendido de un terroroso que llevaba rondando por tu casa varios días.
Morfeo pasó toda la noche explicándole a Sara que los terrorosos, las umbras y los nocturnos eran unos monstruos de la noche que intentaban llevarse la vida de las personas con un aura benigna para poder usarla en sus experimentos. Este tipo de aura se daba en la familia de Sara y, por ello, él estaba encargado de protegerles como PEANUT de la familia.
La historia parecía absolutamente irreal, absurda y estúpida, pero Sara la escuchó hasta el final.
-Bueno, ¿qué te parece?-dijo él, una vez hubo terminado.
-Bueno, parece demasiado fantástica e increíble…-empezó ella.
-¿¡No te ha valido todo lo que has visto esta noche!?-la interrumpió Morfeo, molesto.
-¿Me dejas terminar, por favor?-dijo ella-. Como iba diciendo, parece demasiado fantástica e increíble. Pero, en vista de que todo esto no es un sueño y que todo lo que me has contado suena cierto, no me queda más remedio que creerlo.
Morfeo sonrió y miró hacia la ventana.
-Deberías dormir un poco, Sara-dijo-. Mañana tienes clase y si no vas a tener unas ojeras monstruosas.
-No sé si podría, después de todo esto…
-Yo puedo ayudarte-dijo él, mirándola con esos ojos azules tan profundos-. Es uno de los poderes que tenemos.
Morfeo tomó a Sara en sus brazos y la acostó. Entonces, la abrazó y a ella empezó a invadirle una sensación de paz y tranquilidad, como siempre que abrazaba a su peluche. No le disgustaba que él estuviera abrazándola. Es más, se sentía cómoda, protegida, segura…
-Buenas noches, Sara-susurró él en su oído-. Que sueñes con los angelitos.
Y entonces, ella cerró los párpados y se quedó dormida, soñando con angelitos de la guarda, terrorosos y con su peluche. Se sentía en el lugar más seguro del mundo, refugiada en brazos de Morfeo.

viernes, 17 de junio de 2011

La caza


Me encanta jugar contigo...
Te veo pasar por mi casa y, cuando dan las cinco, salgo en tu busca. A veces un paso, dos, tres, seis... Todo me vale para intentar acabar contigo
Veo que hay más personas que intentan capturarte, pero sé que serás mío y solo mío... Intentas refugiarte de todos y encontrar un sitio donde sentirte a salvo, pero te sigo acechando.
Sabes que, una vez que te haya atrapado, no podré evitar comerte, destrozarte, matarte...
Corres, y yo te sigo. Te zafas de todos, pero yo sigo detrás de ti, como un león acechando a su presa.
Y, cuando estas a punto de llegar a la meta, de ponerte a salvo para siempre, te capturo con una sonrisa triunfal.
Y no lo puedo evitar, tengo que hacerte mío, comerte...
Y después, contar 20 pasos hacia delante
Definitivamente, lo que más me gusta en el mundo es jugar contigo al parchís!

jueves, 16 de junio de 2011

Primera inmersión...


Damas, caballeros, caballeras, damos...
Queda oficialmente inaugurado este blog. He de dar las gracias a la chica de Asbury park por alentarme a abrir este pequeño rinconcito de internet, en el que quiero compartir un poco de todo:
Literatura, música, cine... Todo tiene sitio aquí.
Es probable que después de leer mis posteriores entradas podáis pensar que soy una soñadora...
Pero para eso está hecho este blog.

Foto: Claudia Carrascal (oséase... ;) )