La frontera del "No"

Los límites de nuestro mundo

se definen y se marcan

con un "no".

NO puedes hacerlo.

NO tienes poder.

NO hay dinero.

NO se puede hacer.

NO hay tiempo.

NO quiero.

NO te quiero.

Y una vez se sentencian,

una vez cruzas su puerta,

ya no hay marcha atrás...

Morderte la boca

Cuando aparezcas por aquí
pienso morderte la boca.
Puedes reírte de mí,
puedes llamarme loca,
pero estar cerca de ti
es la peor de las drogas,
y me hace sonreír
cada día y cada hora.

(Des)Apalabrados

Te has llevado las palabras a besos de mi cabeza.
Ya no sé qué día es hoy, ni lo que escribo, ni por qué demonios lo hago. Sólo sé que se me escapan, como golondrinas, todos los versos que quiero recitarte. Las metáforas sobre tus ojos se han quedado columpiándose en tus pestañas, y no quieren volver conmigo.
Sólo sé que cada vez que un dedo tuyo roza mi columna vertebral de arriba a abajo es como cuando las máquinas de escribir se mueven y cambian de línea. DING. Y otra caricia (des)escrita se marcha de mi cabeza, sin describir. DING.
Y es que para alguien que escribe, que antes siempre tenía las palabras adecuadas para decir algo, quedarse sin palabras es el peor de los castigos. Pero ahora mismo me da igual: que me cuelguen del palo más alto, que me apedreen, que las musas se vayan lejos y me dejen. Que corran.
Pero que me dejen sin ti, ahora mismo, sería peor que nada en este mundo. La peor tragedia sobre la que escribir.

Y como tú te llevaste (y llevarías) mis palabras contigo, no podría ni hacerlo. Y entonces, seguramente, me perdería.

Insomnia

Si tú nunca te fueras de mi lado
el mundo en otro ritmo latiría,
al son de cada beso que me has dado
van pasando cada noche y cada día.

Si tú nunca te fueras de mi cama,
templo de la piel y las caricias,
mi cuerpo se convierte en una llama
y tu boca la mayor de las delicias.

Si tú nunca te fueras de mi almohada
mis sueños se harían realidad.
Siempre veo en ellos tu mirada
aunque los tenga a mi lado de verdad.

La paradoja del panda

Por los amaneceres de verano

que rescatan de mis ojos la alegría,

redescubrir el mundo de tu mano,

no dormir de noche y soñar de día.

Es que eres la ilusión que en mí despierta

a una niña que dormía en el olvido,

y que ahora vive feliz y contenta

en tus brazos que la resguardan del frío.

Eres todo lo que siempre he deseado,

y quiero que se extienda al infinito

cada día, cada instante, cada rato...

"Todo el rato". Para estar contigo.

Carnicería

"These are the things we lost in the fire"

Sólo por lo difícil que fue quererte.
Sólo por lo fácil que me pusiste odiarte.
Sólo por lo triste que me pone recordarte.
Hazme feliz de una vez
(Sólo una maldita vez)
Y déjame verte marcharte.

Para ti ya no hay lugar en este mundo,
No hay un abrazo para recibir el tuyo.
Y como no harás más que estrellarte contra el muro,
Hazte un favor de una vez,
Vete para no volver,
Que mi lugar ya no es el tuyo.

El arte (D.) echarte de menos

Hace tiempo que no escucho tu voz.
Que el silencio que me envuelve y me atormenta
me pertenece a mí, y sólo a mí.

¿Y sólo mía es la culpa? No lo sé.
Yo no tejí sola este muro que hay en medio
de tus razones y las mías.
Sólo sé que quiero desgarrarlo en pedazos
y volver a cuando esto no era así.

No es así como debemos estar,
pero no sé qué intentar contigo.
No sé si quieres volver atrás,
al tiempo en que oía tu voz.
Cuando el silencio que me envuelve y me atormenta
lo rompías por y para mí.

Un cuento real

El príncipe, ya cansado
de hacerse el interesante,
montó en su caballo blanco
y se dirigió al rescate
de una princesa atrapada
por un temible dragón.

Cuando llegó hasta la cueva,
se le paró el corazón:
allí no había doncella
que quisiera salvación,
ni un horrible monstruo alado
con el que entablar combate.

Sólo quedaba esta nota:
"A quien me quiera salvar:
yo me he aburrido tanto
teniéndote que aguardar
que, con tanto tiempo libre,
al dragón logré domar.

Y me he ido a ver el mundo
volando con esta fiera.
Puedes quedarte si quieres
a esperar a que yo vuelva.
Te mandaré alguna foto.
Un abrazo, la princesa.

PD: Quien no quiso cuando pudo
ya no podrá cuando quiera"

Extraída de http://chrisscalf.deviantart.com

Rosalía

El día 16 de abril oí a alguien decir, dentro de una conversación, "tres versos de Rosalía", refiriéndose a Rosalía de Castro. Esta frase mutó en mi cabeza y estuvo dando vueltas durante nueve días hasta que, el 25 de abril en un autobús, logré terminar dentro de mi cabeza este poema.

 Me han pedido que le escriba
Tres versos a Rosalía,
pero no sé cómo hacerlo
sin pedirle que sea mía.

Son sus ojos los dos faros
que en la noche a mí me guían,
son sus labios sendos barcos
en los que viaja mi vida,

y yo el triste marinero
buscando la estrella guía
que luce entre los lunares
del pecho de Rosalía.

Todo esto es lo que sale
cuando el papel y la tinta
intentan sacar de mi pecho

tres versos (y media vida).

Abril

Yo sé que antes abril
se me teñía del olor de las hortensias,
que me llenaba el corazón
de besos y noches en vela.

Pero ahora yo sólo quiero
sacarlo con una daga
de todos los calendarios
que sobre la tierra haya,

que una vez acabe marzo,
no vengan las lluvias de abril
y sean las flores de mayo
quienes me hagan vivir sin ti.

Porque ahora lo que quisiera
es que viniese un ladrón
y me robase este infierno
que tengo por corazón,

porque en él guardo los besos
que yo te he dado y tu a mí,
que empezaron por desgracia
un día que ha muerto de abril.

Piezas

No habrá lugar en mi mundo
Para que tú encajes ahora.
Cuando me hiciste pedazos,
me tuve que rearmar yo sola.
Por eso todas tus piezas
en este puzle me sobran.

Primavera

Como los almendros,
se adelanta a florecer el mes de marzo
la orquídea que nace entre tus manos.

Y yo me pierdo,
cortando para hacerte todo un ramo
de las rosas de los besos que me has dado.

He visto plagada tu espalda
de cestos de gardenias y lavanda,
de lirios del color de tus pestañas,
de romero, narciso y azahar.

Toda tú siembras mi pensamiento
de flores que el amor viene a regar.
Y yo soy el simple jardinero
que cultiva entre tus dedos de cristal.

Rolling in your waist

Recomendación: Leer acompañado de "All the world is Green", de Tom Waits

En tu espalda se dibujan
todas las constelaciones.

Y en tus hombros, anidarán
mis pestañas esta noche,
como dos de las golondrinas
que Bécquer vio volar lejos
y que vuelven hoy a jugar
en el balcón de tu pecho.

A tus labios les dedico
mis poemas y canciones.

Y los míos son Phileas Fogg,
dando la vuelta a tu cuello
en menos de 80 segundos,
haciendo que todos tus dedos
dirijan un viaje en globo
sobre un nuevo mar de besos.

En tus ojos naufragaron
mil doscientos corazones.

Y el mío late al compás
de un susurro de Tom Waits
que se escucha en tu cintura,
y el mundo es verde de nuevo,
y este rey que ahora es mendigo
suplica un puñado de besos.

No te pertenezco

No soy tu musa
ni tu último cubata.
No soy un número más
en tu lista telefónica.
No soy otra manta
para tapar tus noches frías,
No eres mío, ni yo tuya,
pero ni tu eres mi trapo
ni yo tu última bala.

No soy la puta
que te espera en la ventana.
No soy la que trae la sal
para endulzar tu tequila.
No soy otra tonta
que si quieres, utilizas.
No eres mío, ni yo tuya,
pero si juegas con fuego
voy a quemarte hasta el alma.

Media tinta

Soy lo que dejaste a medias.
Eso que nunca pasó
pero (por suerte o desgracia)
en algún momento fue.

Soy el grito que no provocaste,
soy los ojos que no mirabas,
soy los labios que no besaste
y la piel que no tocabas.
Ese sucio secretito
que se duerme entre tus pies,
que rebota entre mis dedos
y fingimos que no existe.

Esa luz fría
de la vela que no encendí.
Ese disco de Satriani
que nunca oímos terminar.
Ese arañazo en la espalda
que nadie te hizo.

Fui lo que nunca seré.
Porque duré un instante en tu boca
Y al matar ese momento,
ahí me quedé.

Hamlet lo tenía más claro

No me convienes.

Lo sé

Lo sabes

Lo sabemos y lo saben.

Y sin embargo

es tu boca y no otra boca

la que imagino besando

todas las pecas que tengo.

Son tus manos -y ya no sus manos-

las que quiero en mi cintura.

Y, sin embargo, tengo dudas.

Es que no me convienes, joder.

Pero me sonríes y ya

me importa un bledo lo que seas

-o lo que yo sea, porque yo soy

la idiota que tiene el problema-,

es que me abrazas y ya... No sé.

No quiero que te alejes.

Lo sabemos y lo saben

Tú seguro que lo sabes

Yo en el fondo lo sé

Caperucita 2.0

Y volvió Caperucita

con el pelo despeinado,

el maquillaje borrado

y su tanga en la cestita.

Cambió el queso por un porro

y la jarrita de miel

la vertió sobre la piel

de todo el cuerpo del lobo.

Las niñas son menos niñas,

y ahora se lanzan sin red

al vicio, al alcohol, la piel,

pues quieren crecer deprisa.

Y ahora Caperucita

sólo piensa en ir de fiesta.

Ya sólo va con su abuela

cuando es día de propina.

Extraída de http://www.fotolog.com/alice_kurata/