jueves, 11 de octubre de 2012

Inferno

La vida es caótica, terrible, infernal a nuestro alrededor. La ciudad es como un lugar de destierro, lleno de ángeles caídos con las alas atrapadas en unos corsés metálicos que les impiden volar. El cielo les queda muy lejos, y ninguno se acuerda de él. Viven vacíos, caminando sin rumbo entre demonios y notando la presión de esos corsés en la espalda, pero sin saber cómo liberarse.
No tenemos que dejar que nos cierren las alas, ni que nos roben la vida. Todo consiste en levantarse y protestar, no conformarse con nada. Decidir un día: "ya no quiero ser lo que era antes".
El cambio es fácil, tanto como respirar.
Sólo tenemos que soltarnos de las bridas, abrir las alas y lanzarnos al abismo sin miedo.

2 comentarios:

Sherly (Oga) dijo...

Muy buena, Dió mío. Cuadra muy bien con mis sentimientos y mi humor ahora mismo, y con todo lo que está pasando.
Es una gran metáfora, nena, muy bien descrito.
:D

Claudia dijo...

Gracias, la verdad es que era un poco cómo me sentía yo en ese momento. Me alegra saber que no soy la única :)