viernes, 4 de octubre de 2013

Wendy-pájaro

Supongo que, cuando hablabas de amor,
te referías a esto, Wendy.
A este dolor que no se pasa
y a sentirme viejo y cansado.
Campanilla hace tiempo que se fue,
se hartó de verme decir tu nombre
y de bajar a Londres para verte dormir.
Y los Niños, los niños siguen perdidos.
Más aún desde que les dejaste sin madre
con un cuento sin acabar en sus cabezas.
Y yo no puedo acabarlo, porque no sé,
porque también me dejaste sin ello.
Y es que te echo de menos, Wendy.
Porque sin ti Nunca Jamás no es mi casa,
porque sin ti ya no se si tengo sombra,
porque contigo no tengo miedo a crecer...

Porque sin ti, ya no sé volar.


No hay comentarios: