miércoles, 19 de octubre de 2011

Indignación.

Tengo 17 años. Y veo muy negro mi futuro. Y no estoy indignada, estoy indignadísima.
El sábado salí a la manifestación del 15-O. Como tantos otros miles de personas, puse mis pies en la calle y grité, caminé, me manifesté... Grité porque estoy harta de ver mi porvenir cubierto de sombras.
No sé si, cuando termine la selectividad, voy a ir a la universidad. No sé si tendré plaza para poder entrar. No sé si tendré un puesto de trabajo. No sé si seguirá la crisis cuando termine de estudiar. Tampoco sé como se ha llegado a esta situación. Ahora mismo, como decía Sócrates, "Sólo sé que no sé nada".
Bueno, en realidad hay algo que sí que sé: Que no me voy a quedar impasible viendo como unas personas ávidas de poder y dinero se llevan mi futuro.
Por eso salgo a la calle. Para luchar por mi futuro, porque la esperanza es lo último que pienso dejar que me quiten.

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