Sin límites
Ni prisas
Ni redes

Sólo carne empapada.
Sólo un beso en la cornisa.
Tu mano fría en mi espalda
Mis labios sobre tu barba.
Un empujón y a la cama.
La batalla está perdida.
Me sonríe el Che Guevara
mirando desde la esquina.
Un mordisco y todo acaba.
Se ha rendido mi guerrilla.
Junto con toda mi ropa,
que se ha dado por vencida.
Sin límites
Ni prisas
Ni redes
Ni mentiras.
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