domingo, 23 de marzo de 2014

Mi libro, mi alma

Voy a prestarte un libro,
que es mi alma.
Las tapas están algo viejas
por el trasiego de las noches,
pero aún huele a papel nuevo.
Aquí dentro hay de todo,
así que no te asustes, no huyas...
Los fantasmas de tinta y grafito
descansan las fiestas de guardar
para dejar paso a poemas cursis,
a cartas nunca enviadas,
a dichos y hechos contrahechos
y a la vil mentira piadosa
de creerme inquebrantable,
pues este alma de papel
tiene demasiadas costuras
y exceso de pegamento.

Así que, cuidado,
pues voy a prestarte mi libro,
que tiene un alma.

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