Me han pedido que le escriba
Tres versos a Rosalía,
pero no sé cómo hacerlo
sin pedirle que sea mía.
Son sus ojos los dos faros
que en la noche a mí me guían,
son sus labios sendos barcos
en los que viaja mi vida,
y yo el triste marinero
buscando la estrella guía
que luce entre los lunares
del pecho de Rosalía.
Todo esto es lo que sale
cuando el papel y la tinta
intentan sacar de mi pecho
tres versos (y media vida).
No hay comentarios:
Publicar un comentario