de hacerse el interesante,
montó en su caballo blanco
y se dirigió al rescate
de una princesa atrapada
por un temible dragón.
Cuando llegó hasta la cueva,
se le paró el corazón:
allí no había doncella
que quisiera salvación,
ni un horrible monstruo alado
con el que entablar combate.
Sólo quedaba esta nota:
"A quien me quiera salvar:
yo me he aburrido tanto
teniéndote que aguardar
que, con tanto tiempo libre,
al dragón logré domar.
Y me he ido a ver el mundo
volando con esta fiera.
Puedes quedarte si quieres
a esperar a que yo vuelva.
Te mandaré alguna foto.
Un abrazo, la princesa.
PD: Quien no quiso cuando pudo
ya no podrá cuando quiera"
Extraída de http://chrisscalf.deviantart.com |