Se hace de noche en todas partes,
y en mí
va apagándose la luz muy despacio,
va tornándose en negro el blanco,
van tomándome el cuerpo las sombras,
van fugándose los verbos de mi boca.
Y me quedo allí bajo la luna nueva,
ciega,
muda,
inmóvil,
oscura.
Hasta que tu me amaneces en los brazos,
y tu luz,
(mi luz)
va llenándome por todas las esquinas,
va devolviendo su color a la sombra,
me levanta del suelo entre tus brazos,
me devuelve con besos los verbos a mi boca.
Y me entrego a ti en todos tus amaneceres,
despierta,
sin dudas,
sonriente,
luminosa.
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